Centenares de vecinos arroparon a la Hermandad durante el acto de bendición e inauguración en el que no faltaron los vítores a San Benito
El pasado domingo, Castilblanco volvía a poner de manifiesto la fe y la devoción que su pueblo profesa al San Benito Abad. Tras un año sin actos por la pandemia, el sonido de la Asociación Musico Cultural Virgen de Gracia volvía a inundar las calles del casco urbano anunciando la celebración de la festividad litúrgica de San Benito Abad.
Acompañando a la Comitiva en su recorrido desde la Casa Hermandad hasta la Plaza de San Benito Abad donde se celebraría la función, el acto, presidido por la reliquia del santo, arrancaba en torno a las 21:00 horas.
Un día importante para Castilblanco, en el que muchos fueron los vecinos y vecinas que quisieron ser testigos de este acto con el que la Hermandad culminaba dos años de trabajo desde que propusiera al Pleno del Ayuntamiento el cambio de nombre de la Plaza y la colocación de un monumento en honor al Patrón y Alcalde Perpetuo.
Un monumento donado íntegramente por la Hermandad al pueblo de Castilblanco y que era presentado a los vecinos, tras la ceremonia religiosa, que en esta ocasión se celebró al aire libre y con todas las medidas de seguridad, en la que también intervino el Coro de la Hermandad de Escardiel.
El Hermano Mayor, José Manuel Álvarez, junto al Alcalde, José Manuel Carballar, eran los encargados de destapar el templete con la imagen del Patrón de Castilblanco, bendecido por el párroco local, Pablo Colón, e iluminado esa noche por las más de 300 velas que el grupo joven de la Hermandad prendió como ofrenda al Santo.