Como marca la tradición el Domingo de Ramos fue el encargado de inaugurar la Semana Santa local.
Una jornada que en este 2018 ha estado marcada por la inestabilidad meteorológica, lo que obligó al Grupo Parroquial de la Sagrada Entrada en Jerusalén a retrasar su salida procesional.
Cuando el reloj sobrepasaba las 12:30horas, la Cruz de Guía cruzaba el pórtico de la Iglesia, con los primeros sones de la Agrupación Musical Ntra. Sra. de la Victoria de Arahal.
A las puertas aguardaban decenas de vecinos y vecinas, muchos de ellos acompañando a los más pequeños que cada año, con sus palmas en las manos y ataviados de hebreos, se convierten en los grandes protagonistas de este primer día de la Semana de Pasión.
Sentimientos de ilusión y también de añoranza por los que ya no están, tomando aún más fuerza en este 2018, en el que la primera levantá de la Borriquita fue en recuerdo de los niños y niñas que sufren y, muy en especial, de Gabriel Cruz.
Un Domingo de Ramos en el que a pesar de que la Sagrada Entrada en Jerusalén desafió al mal tiempo, la cuadrilla de costaleros se vio obligada a regresar al templo antes de lo previsto por riesgos de lluvia, no pudiendo completar su Estación de Penitencia.