La originalidad y la tradición se dieron cita durante la noche de las Candelarias

Castilblanco celebró su festividad de la Candelaria. Con cuatro candelas registradas, distintos grupos vecinales se reunieron en la tarde noche del sábado en torno al calor de las hogueras.

La rueda, pica la olla... fueron algunos de los juegos que se retomaron durante la jornada, haciendo gala de cómo los mayores, hace unos años, recibían la llegada del mes de febrero.

Una tradición que ha pasado de padres a hijos y nietos y que el pasado fin de semana los vecinos de La Viña, el grupo familiar de La Era en el Callejón de La Mora, los Olvidaos en el Helipuerto, con su hoguera El Cardito de la Abuela Candelaria, o Los Pastores en el Cerro del Acebuche volvieron a revivir, disfrutando a lo grande del primer sábado de febrero.

Una noche en la que Castilblanco quedó iluminado por las cuatro candelas que se encendieron y que el jurado valoró según las tradiciones, su originalidad y las dimensiones de las mismas, todas merecedoras de un premio, por mantener vivas estas costumbres.

Algo que destacó el Alcalde, José Manuel Carballar, quien compartió algunas anécdotas con los vecinos y vecinas que salieron a la calle a festejar esta noche, entre los que también se encontraban el grupo de castilblanqueños que se desplazó hasta el recinto de la Ermita de San Benito, haciendo gala de una de las tradiciones más populares. Entre sus palabras también agradeció al jurado, compuesto por Juana Muñiz y Francisco Estévez, su colaboración desinteresada y por transmitir, a pesar de los años, esa ilusión por el día de las candelas.