Castilblanco vivía el pasado fin de semana una de sus fiestas más especiales, con la que ponía punto final al verano.
Tras más de dos años en su pueblo, la Virgen de Escardiel Coronada iniciaba en la tarde del sábado su camino hacia el campo, acompañada por miles de castilblanqueños y devotos en Romería.
Con todas las medidas de seguridad, los castilblanqueños recuperaban escenas que no se daban desde hacía dos años, entre las que no faltaron esos momentos emotivos en los que la Virgen era tapada en el Mesón del Agua, despidiéndose de su pueblo hasta dentro de cinco años, la presentación de los más pequeños en el Camino, el rezo del Ángelus en la encina o la llegada a la Ermita.
Una Romería especial y muy emotiva, cuyo momento más importante se daba en la madrugada del sábado, con la salida procesional de la Virgen por el Real de la Ermita, llevada en andas por numerosos vecinos y vecinas que, en la mayoría de los casos, se acercaban a la Imagen pidiéndole su protección y cuidado hasta el próximo año.
Nuestra enhorabuena a la Junta de Gobierno de la Hermandad de Ntra. Sra. de Escardiel Coronada, por el desarrollo de la Romería, sin incidencias, así como a los cuerpos de seguridad que han formado parte del plan de actuación municipal, destacando la colaboración de los voluntarios de Protección Civil que acompañaron a los romeros en los caminos de ida y vuelta.